La arquitectura de Rossi tiene una gran fuerza, trata de resaltar su carácter atemporal mediante el uso de formas geométricas puras, y el vacío como material, con una gran importancia en lo iconográfico de su obra, al igual que un icono/monumento pretende expresar algo mas, su arquitectura trata como de gritar en el vacío, pero nadie le oye, ni el mismo.
Todo esto es debido a su búsqueda de la arquitectura como ciencia exacta, fría, honesta y cruel a la vez
La dureza a partir de la construcción: Villa en Borgo Ticino 1973
“Indiferencia con la que los bloques aceptan el uso al que se destinan diferentes espacios”
Y mediante esa indiferencia surge un espacio totalmente genérico
El uso de lo constructivo para expresarlo mediante contradicción
El momento crucial 1976
En su viaje a America descubrió, como los estudiantes interpretaban sus ideales, a través del libro y su obra. Ve la arquitectura que se realiza usando sus principios como base y se da cuenta de que no es lo que realmente buscaba
Su deseo de juventud de racionalizar todo le lleva a escribir la arquitectura de la ciudad, sin embargo, se va viendo mas y mas forzado por su deseo de racionalizar todo, y poco a poco va descubriendo su autentica arquitectura
Se da cuenta que la mejor forma de transmitir sus sentimientos es mediante el dibujo y no mediante el método científico.
Pese a que el libro ya no es el dogma científico a seguir al pie de la letra que Rossi pretendía, sigue sirviendo como base para su arquitectura y para la de mucha gente, conceptos como estructura urbana, la relación entre edificio y ciudad, etc.. pero desaparece la mecanización de la arquitectura.
Empieza a escribir un nuevo libro llamado “Scientific Autobiography”, donde pretende contar su nueva forma de ver la arquitectura, dejando emerger sus sentimientos mas calidos, antes eclipsados por su necesidad de veracidad científica
“La arquitectura debe ser olvidada. O Estar presente tan solo como una imagen referencial que se confunde con los recuerdos”
Su arquitectura pasa de intentar reflejar una realidad atemporal, la realidad como algo crudo, a representar la gente que lo ocupa, lo cotidiano.
“Y hoy trato de recuperar aquella felicidad en el dibujar….”
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